monti otoño 2013

monti otoño 2013
Los mandarines y pontífices, la crítica gastronómica y la Red

Llevo en pocas semanas leídos ya media docena de descalificaciones, repletas de improperios, a la crítica, o simple opinión, gastronómica en la Red. Todas ellas de reconocidos comentaristas de los medios escritos de comunicación, algunos incluso críticos (en alguna ocasión). Alguno, incluso autor de meritorios Anuarios.

Es sorprendente el papel que puede deducirse que se pretenden arrogar: el de interpretes únicos de qué está bien y de qué no en el arte del buen comer y mejor beber. Como si el maltrato recibido en un restaurante o su deficiente calidad, nunca reseñados por ellos porque nunca lo sufriran por ser quienes son, no justificara un desahogo. Más: como si el lector de los mismos en alguna red fuera un subnormal incapaz de enterderlo como tal.

Ello además de otro elemento relevante que transcribo de alguien que sabe mucho más que yo aunque esté referido a la Red en general pero es de aplicación: "se echa de menos en su panorama algo más de acento en la vertiente creativa de la Red, que sin duda es importante. Hay gentes, que nunca habrían accedido a publicar en las ágoras que controlan los mandarines de la cultura y el mercado, que ahora publican y con mérito. Y si alguno lo hace por exhibirse es con el mismo derecho que tienen a exhibirse los pontífices de la opinión". Pues eso.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Admirados profesionales

En nuestra restauración, como en general en la atención al público, se valora menos de lo que se debe la profesionalidad o la innovación. Es un error, en mi opinión, porque nada ni nadie es imprescindible y porque no hay por qué aguantar esa especie de "usted no sabe con quién está hablando" tan frecuente o la simple falta de educación como en alguna ocasión he comentado. Por eso mismo, hay que destacar a las personas a quienes les gusta lo que hacen, o que son tan profesionales que sin gustarles no se les nota, y más todavía a aquellas que se adentran por nuevos territorios de la oferta gastronómica en esta modesta ciudad de provincias. Por si no los conocen, les reseño cuatro ejemplos de ello bien cercanos.

Super Gourmet
No me refiero a los tres puestos (multiproducto, de foie y panadería) con ese nombre comercial en el Mercado Central, sino a la señora que atiende en la primera de ellas, una profesional que da sopas con honda a la media. Y que a pesar de no pertenecer a una generación reciente habla un inglés mejor que bueno. Además de tratar con una paciencia exquisita a los turistas (extranjeros y nacionales) que se acercan a comprar productos típicos. Cuando está su más joven compañera se nota. Del puesto recomendaría el champagne Thierry Lesne.

Huertas
El servicio de descorche de vino hace mucho que se inventó aunque en Valencia está todavía poco difundido. Que la familia Salvador se hiciera cargo de la antigua mantequería Huertas en Maestro Gozalbo ya es reseñable. Que hayan puesto un servicio de descorche de los vinos que venden, y quiero suponer de los que uno de lleva de casa, todavía más. Sé que no es el único local en Valencia (también lo ofrece por ejemplo La Pitanza) pero la flexibilidad de los Salvador, tan escasa en sus actuales restaurantes, es encomiable. Lástima que la carta no acompañe.

Pan Pan. Atelier
Les comentaba hace unos meses mi decepción con El Parisién cuya calidad ha bajado en mi opinión notablemente debido al uso de una harina muy mejorable. Afortunadamente otros compiten en la cada día mejor oferta de pan que tenemos, un producto que nunca ha destacado en Valencia. Los locales de Pan Pan, ofrecen productos de calidad heterogénea pero todos ellos con un elemento común: su elaboración natural. Ya era hora de que alguien más entrara con fuerza en un mercado en expansión.

La Boutique de la Cerveza
La cerveza es un producto singular cuyo sabor depende de la tradición del país donde se elabore. Teníamos ya un buen número de pubs en dónde la calidad de las ofrecidas era buena. Pero contar con una oferta embotellada aceptable (mucho más de una docena de países) era hasta hace poco, en mi conocimiento, una asignatura pendiente. La pequeña pero surtida tienda de Luís Santangel la ha resuelto. Lástima que todas las artesanas españolas se parezcan demasiado y no podamos acceder a las extranjeras no pasteurizadas.

Buena noticia sobre el tinto Sentencia (Utiel Requena): la semana pasada les comentaba la dificultad de encontrar el magnífico coupage experimental Sentencia, uno de los mejores vinos valencianos actuales. Pues lo pueden encontrar en la minúscula pero surtida Vinoteca Rías Gallegas, detrás del tramo final de Álvaro de Bazán, a unos 23,50 €. Se lo vuelvo a recomendar.